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¡Que no desfallezcan los arqueros
ni se cansen los que visten coraza!
No perdonéis a sus guerreros,
exterminad a todo su ejército.
Caerán heridos en tierra caldea,
gente atravesada en sus calles.
¡Que no han enviudado Israel y Judá
de su Dios, el Señor del universo!
En cambio la tierra caldea
es culpable ante el Santo de Israel.

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